miércoles, 23 de noviembre de 2016

¿Promotores o dietistas?


¿Te has preguntado alguna vez por qué existen “dietistas” que en una tienda, herbolario, farmacia o parafarmacia no te cobra las consultas, las revisiones, o las dietas y sin embargo si vas a una consulta privada te cobran entre 30 y 70 € por una primera consulta y las revisiones entre 9 y 20 €? ¿Por qué ocurre esto? ¿Dónde está la diferencia?

Si tenemos en cuenta que un Especialista en Dietética y Nutrición o un Diplomado en Dietética y Nutrición Humana tiene que hacer 3 años de estudios para poder elaborar una dieta sana, conocer las enfermedades relacionadas con la alimentación, conocer cada uno de los alimentos y su efecto en el organismo, hacer un estudio de tu cuerpo, de tus analíticas y condiciones de salud, además de saber los tipos de dietas y problemas que pueden producir, elaborarla a tus gustos y necesidades, el alquiler de la consulta, aparatos de medida, software profesional, el tiempo que te dedica y el desplazamiento, lo que pagas está más que justificado.

Hay empresas que se dedican a poner “dietistas” o “nutricionistas” para promocionar sus productos, dando un servicio básico con una dieta generalista o de cajón (no personalizada), con poca experiencia en el sector y que suelen estar contratados como “promotor”. De ahí que ponga entre comillas lo de dietista o nutricionista.

La diferencia entre un promotor o dietista-nutricionista, radica en que el promotor no tiene porqué tener estudios oficiales, con conocer sus productos, y  sacar una dieta del cajón o maletín, le bastaría. El dietista, suele ser el ayudante del nutricionista que ha tenido que cursar un ciclo formativo de 2 a 3 años, y el nutricionista es el profesional que realiza un grado en nutrición por la universidad o que tiene cursos universitarios relacionados con la materia.

Muchas veces los pacientes, en este caso clientes, tienen la obligación de comprar los productos que son recomendados por la persona que les atiende, generalmente mandados sin tener ninguna necesidad de consumirlos para conseguir el objetivo marcado.

Si hicieran unos cálculos sencillos, se darían cuenta que a la larga, le saldría más rentable acudir a una consulta con un Dietista-Nutricionista que sólo les recomiende tomar alguna cosa según sus deficiencias nutricionales o porque realmente lo necesita en lugar de comprar cosas innecesarias y que podrían causar un problema para la salud con el paso del tiempo.

La obesidad y el sobrepeso son problemas que existen en nuestro entorno y que se ha convertido en un negocio. Sólo se soluciona con un plan dietético nutricional y ejercicio físico diario, no existe ninguna pastilla o líquido que haga milagros, y quien te diga lo contrario, miente.

Si a todo esto unimos que los promotores antes mencionados sólo pueden recomendar sus productos, saldríamos mejor parados si eligiéramos un dietista-nutricionista independiente, ya que conoce todos los productos del herbolario, farmacia o parafarmacia, y va a recomendar el producto que mejor nos vaya según su calidad-precio-necesidad, independientemente de su marca comercial o laboratorio.
Por todo ello, el paciente que acude a una consulta privada o el cliente que va a un lugar donde están los citados promotores, debe de exigir siempre la titulación académica de la persona que les atiende y tener la libertad de elegir el producto que haya en el lugar sin tener en cuenta su fabricante, así como hacemos con los medicamentos usando los genéricos por economía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario