viernes, 19 de abril de 2013

¿SABEMOS COMPRAR?


La mayoría de las veces que vamos a buscar algo al supermercado terminamos saliendo de él con más cosas que las que queríamos en un principio, esto, fundamentalmente, puede ser debido a la estrategia de marketing que tienen las grandes superficies, donde colocan los productos “llamativos” cerca del lugar por donde tenemos que pasar obligatoriamente para llegar a un grupo de alimentos básicos, por ejemplo, los dulces cerca del pan o las golosinas justo al lado de la caja por donde tenemos que pagar.
Otro de los errores que se suele cometer es ir sin comer a un lugar de ventas de alimentos y como consecuencia, por hambre, terminaremos cogiendo cosas que en otro momento dado no hubiéramos cogido.

Hay buenas razones para leer las etiquetas:
Un error muy común es coger productos que pongan en grande “1 €” porque consideramos que es una oferta, y muchas veces, si nos paramos a mirar el precio por kg, el resultado es que en realidad pagaremos mucho más que si compráramos algo de 2-2,5 €, ya que vendrá mucha más cantidad en el embase.
A veces el precio elevado de un producto frente a otro que es más barato, nos advierte de su calidad.
Un jamón cocido puede estar al 40 % de carne y costar más barato que un jamón cocido que tenga un 95 % de carne, pero pagamos la calidad. Siempre será mejor coger un jamón con mayor % de proteína que con mayor % de hidratos de carbono o grasas.
Hay productos alimenticios que son más baratos que otros porque no tienen publicidad en televisión, pero también hay que mirar que la razón no sea porque tienen grasas hidrogenadas o grasas vegetales saturadas en lugar de aceites de oliva o girasol que son, con gran diferencia, mucho más sanos (comentado en el artículo anterior).
Los zumos de frutas, normalmente, la mayoría están compuestos por frutas concentradas a un % determinado o una mezcla de aromas que hacen que no sea un zumo “real”. La diferencia más clara está en los “zumos” que están en los pasillos de los supermercados y no necesitan frío para mantenerse, esa es la primera pista para darnos cuenta de que no es un producto natural. Los verdaderos zumos al 100% de fruta los encontraremos en las neveras, serán un poco más caros, pero estaremos seguros (pese a no tener las vitaminas) de tomar fruta autentica.
Así que si quieres conservar tu salud, recuerda, en la calidad está la diferencia. Es preferible gastar un poco más que tener que lamentarse el día de mañana.